En clase pudimos hablar sobre el libro "Las 48 leyes del poder", escrito por Robert Greene, que habla sobre el poder y la estrategia para conseguirlo, y podríamos decir que esto es algo que podría tener en común con obras como "El príncipe" de Maquiavelo o "El arte de la guerra" de Sun Tzu. En parte, tanta es la conexión que Greene se habría basado en la filosofía de Maquiavelo a la hora de realizar su obra.
Las tres publicaciones se centran en la idea de poder (cómo obtenerlo, manejarlo y ejercerlo de manera efectiva), y ofrecen consejos y estrategias para liderar y tener influencia. Además, comentan que es importante adaptarse a los cambios. Pero si hay algo que realmente los relacione es el uso de hechos históricos con los que acompañar todo lo que hablan.
Aunque en general comparten principios generales sobre el tema del poder, la estrategia y la toma de decisiones, es cierto que lo hacen de forma distinta, y muy importante, en contextos muy diferentes.
La ley 3: "Disimule sus intenciones"
Greene nos explica que mantener nuestras intenciones en misterio hace que nuestro oponente se encuentre en incertidumbre, y que por tanto se sientan inseguros y tengan tendencia a seguir tus deseos. Además, al no desvelar lo que vas a hacer, no preparas a la otra parte para oponerse, ahorrándote tener cosas en tu contra. Esto lo que hará es favorecer la posible negociación con la otra parte (pues desconocen tus cartas).
En cambio, esta ley también tiene su parte mala, pues muchas veces el ocultar tus intenciones puede llevar a la desconfianza del oponente, y por tanto, la pérdida de la relación.
Leyes más o menos adecuadas
Después de analizar las leyes que expone Greene en su libro, algunas que podríamos ver más adecuadas son la nº1, en la que se afirma que "nunca superes al maestro", pues lo que nos expone es que nunca debes opacar a la persona que te enseñó, pues muestras respeto y haces que esas personas no se sientan amenazadas.
También es interesante la ley nº5, que afirma que "así como no ofendas a nadie, no defiendas a nadie", refiriéndose al hecho que debes mantenerte neutral en causas que no sean propias, ya que meterte en líos que no son tuyos puede provocar el perder relaciones sin motivo aparente o que te incumba.
Finalmente, de las leyes que puede resultar adecuada puede ser la nº38, en la que explica que "piensa como quieras, pero compórtate como los demás", y aunque puede parecer que sugiera que no seas tu mismo, realmente se refiere a los malos comportamientos. Muchas veces vale la pena permanecer discreto y no desatar conflictos que no son realmente relevantes.
Por lo que respecta a las leyes menos adecuadas, una que podemos señalar es la nº3, que hemos expuesto anteriormente, donde se afirma que "disimula tus intenciones", pues es cierto que de cierta manera puede ser una forma de manipular a las personas, algo que socialmente es bastante negativo.
Además, contamos también entre las peores leyes con la nº15, en la que se lee que "arrójale un hueso al perro para que se distraiga y puedas llevar a cabo tus planes", y es que al fin y al cabo también es una forma de manipulación, como hemos comentado anteriormente.
Por último, contamos con otra ley bastante reprobable como la nº27, en la que se dice que "juega con la necesidad de las personas de creer en algo para crear una secta alrededor de un propósito grandioso", pues sugiere que te aproveches de la necesidad de las personas de creer en algo para que las manipules. Esto es moralmente bastante cuestionable y puede incluso crear conflictos a nivel legal.
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