La definición de "gente tóxica" no es común por el mayor de los mortales. No es tan fácil definir a una persona tóxica como lo es definir "libro". Es algo etéreo, como el aire: innoloro, invisible... En mi caso, he podido encontrar en la web mundopsicologos.com la definición que más me ha gustado para este concepto, y es que define a la gente tóxica como aquella que causa muchos conflictos en tu vida. La web afirma, además, que si estás al lado de gente tóxica es probable que puedas sentir estrés o incomodidad.
Tras un poco de investigación, he podido descubrir que fue la autora Lilian Glass la que, en 1995, acuñó el término "gente tóxica" en la publicación que realizó: "Gente tóxica: 10 manera de lidiar con personas que hacen tu vida miserable".
Será unos 13 años después, en 2008, cuando el argentino Bernardo Stamateas publica el libro "Gente tóxica" y da 13 perfiles de personas que se podrían considerar tóxicas:
- El meteculpas: Es alguien que culpabiliza a otro en beneficio propio; culpa a otro para manipularle y someterle, sea consciente o inconscientemente.
- El envidioso: Es alguien enfadado por no poder conseguir lo que otro tiene.
- El descalificador: Es alguien que tiene como objetivo controlar nuestra autoestima, hacernos sentir nada ante los demás, para que de esta forma él pueda brillar y ser el centro del universo.
- El agresivo verbal: Es una persona cuyo objetivo es hacerte sentir poca cosa, incapaz, débil e inseguro. Su fin es que creas que lo sabe todo.
- El falso: Es alguien que no muestra lo que realmente piensa, solo en beneficio propio. A cada uno le muestra una cara distinta, haciendo creer que está de su lado.
- El psicópata: Es alguien cuya persepectiva social está un poco descuadrada. Mira solo por él mismo, sin parar a pensar en los sentimientos de los demás.
- El mediocre: Es aquel que se conforma con poco, que no quiere avanzar más en la vida y cuyo lema podría ser "la ley del mínimo esfuerzo".
- El chismoso: Es el que se pasa mucho tiempo criticando a los demás, o cotilleando sobre ellos, por lo que no se puede confiar mucho en estas personas.
- El jefe autoritario: Es una persona que utiliza su poder para mandar de forma autoritaria sobre el resto, sin dejar hueco al debate ni a la palabra.
- El neurótico: Es aquel que se preocupa por todo, a pesar de que los problemas en los que piensa no sean problemas reales, sino solo parte de su cabeza.
- El manipulador: Es aquel que, utilizando ciertas tácticas, consigue sus objetivos mediante el engaño o retorciendo la verdad.
- El orgulloso: Es una persona que no puede admitir que ha hecho algo mal. Para él, todo lo que hace está bien y no comete errores.
- El quejoso: Es aquel que se queja por todo, a pesar de no haber motivos.
¿Cómo convivimos con ellos?
Una vez hemos identificado los tipos de personas que Stamateas cuenta en su libro, la web psicologiaymente.com nos da algunos tips con los que tratar con este tipo de personas. En concreto, nos facilita cinco consejos con los que podemos convivir con est@s tóxic@s.
- No les des una atención inmerecida: Muchas veces estas personas solo buscan llamar la atención, por lo que tienes que hacerles caso en lo justo para lo que sea imprescindible convivir.
- No lo lleves a lo personal: Aunque estas personas suelen hacer daño, tienes que saber separar el asunto concreto de tu actitud personal.
- Aprende a llevar las riendas de la conversación: Si la conversación se desvía debido a estas personas, tienes que aprender a llevarla por dónde tú quieres, hasta términos que no sean tóxicos.
- Ten claras las líneas rojas: Si hay algún punto por el que no estés dispuesto a pasar, déjalo claro. Marca tus límites y no dejes que los traspasen.
- Atiende a sus intentos de redimirse: Si una persona tóxica se da cuenta de su actitud y quiere ponerle remedio, ayúdala a hacerlo.
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